Una buena alimentación es fundamental para mantenernos sanos, con energía y prevenir enfermedades. Lo que comemos cada día influye directamente en cómo nos sentimos y en el funcionamiento de nuestro cuerpo, por eso es importante adoptar hábitos alimenticios saludables desde temprana edad.
¿Qué es una alimentación saludable?
Es aquella que incluye una variedad de alimentos en las porciones adecuadas, con los nutrientes que el cuerpo necesita para crecer, desarrollarse y mantenerse fuerte. Una dieta balanceada debe contener:
- Frutas y verduras: Ricas en vitaminas, minerales y fibra. Se recomienda consumir al menos 5 porciones al día.
- Cereales y tubérculos: Como arroz, maíz, plátano, papa y yuca, que son fuente de energía.
- Proteínas: Carnes magras, huevos, legumbres (como fríjol y lentejas) y pescado ayudan a construir y reparar los tejidos del cuerpo.
- Lácteos: Leche, queso o yogurt proporcionan calcio para mantener huesos y dientes sanos.
- Agua: Beber suficiente agua diariamente es vital para hidratar el cuerpo y favorecer sus funciones.
¿Qué debemos evitar?
Reducir el consumo de alimentos ultraprocesados, altos en azúcares, grasas saturadas, sal y bebidas azucaradas, ya que pueden aumentar el riesgo de enfermedades como la obesidad, la diabetes y la hipertensión.
Consejos para una alimentación más saludable:
- Prepara los alimentos en casa siempre que sea posible.
- Lee las etiquetas antes de comprar productos envasados.
- Consume alimentos frescos de la región.
- Evita comer en exceso y respeta los horarios de comida.
- Enséñale a los niños y niñas a comer de forma balanceada desde pequeños.
