La primera y más importante medida para prevenir la influenza es vacunarse cada año. Está comprobado que la vacuna contra la influenza reduce la aparición de enfermedades relacionadas con la gripe y el riesgo de complicaciones graves que pueden llevar a hospitalizaciones e incluso la muerte.
También se recomienda tomar medidas preventivas diarias, como el aislamiento de personas con síntomas respiratorios, cubrirse la boca y la nariz al toser y estornudar, y lavarse las manos con frecuencia.
Estas medidas ayudan a disminuir la propagación de los microorganismos que causan enfermedades respiratorias como la influenza, afectando la nariz, garganta y pulmones.
Es necesario vacunar a todos los niños y niñas de 6 a 23 meses, a los adultos mayores de 60 años, a las mujeres embarazadas a partir de la semana 14, y a la población con diagnóstico de riesgo que incluye condiciones como asma, bronquitis crónica, fibrosis pulmonar, cáncer pulmonar, cáncer metastásico en los pulmones, neumonía, derrame pleural y otras.
En cuanto a las reacciones adversas, suelen ser leves y se limitan al lugar de la inyección, como un poco de dolor, enrojecimiento e hinchazón que desaparecen en un plazo de 48 horas.
También puede presentarse dolor de cabeza, fiebre, fatiga, vómitos, dolor muscular y articular, somnolencia, insomnio, diarrea y disminución o pérdida del apetito, aunque generalmente no son tan frecuentes.
La vacunación es completamente gratuita y no tiene límites ni barreras geográficas. Por lo tanto, se puede acceder a los centros de vacunación habilitados en los municipios donde nos encontramos. Vale destacar que en Maicao, las IPSI Asocabildos, Ayulepala, Karaquita, Erejeria, Supula, Wayuu Anashi y el Hospital E.S.E San José son lugares donde se puede acudir para vacunarse.
Por: Dr. Franklin Sarabia, Médico Pediatra, Vigía de salud infantil de Anas Wayuu EPSI