La Pervivencia Indígena de los Pueblos

Las mujeres indígenas tienen un rol muy importante dentro de la etnia wayuu, en lo que se refiere a la transmisión intergeneracional de las tradiciones espirituales. Las historias de los ancestros, la defensa de la tierra, del territorio, los recursos naturales y también la conservación de la lengua materna, las mujeres son las que conservan y fortalecen las relaciones sociales y culturales en la posibilidad de mantener las costumbres, tradiciones y elementos simbólicos.

“Nosotros como pueblo wayuu tenemos un linaje materno, es precisamente eso lo que nos permite conservar en el tiempo, esa pervivencia del pueblo wayuu; además nosotras las mujeres tenemos un rol activo en la defensa del patrimonio cultural, incluyendo ese conocimiento también de la medicina propia, el reconocimiento de las propiedades de las plantas, de las hierbas medicinales, todo aquello que nos brinda tanto la vida vegetal como la vida animal; también conservando las tradiciones orales, nuestras artesanías, aquellos diseños que se aplican en las artes manuales, los tejidos que contienen un símbolo ancestral para nosotros como pueblo wayuu, todo esto se ha conservado gracias al esfuerzo de nosotros las mujeres wayuu, en la mayoría de las comunidades son principalmente las mujeres, quienes conservamos la vestimenta tradicional como las mantas, las guaireñas con borlas, los sombreros, las mochilas. Todo esto hace que se conserve y que coadyuve a la pervivencia del pueblo wayuu en general”.

Vale la pena resaltar el trabajo que se viene realizando desde la EPS indígena Anas Wayuu, se está trabajando en estrategias que permitan fortalecer y mantener un modelo de atención con el enfoque diferencial, pero también comunitario. En ese sentido, desde la Coordinación Étnica, se está fortaleciendo el diálogo horizontal con los hermanos wayuu, con especial énfasis en la participación activa de los sabedores y sabedoras de la medicina propia, esto orientado a construir  mecanismos que integran las diferencias culturales en salud existente entre la medicina tradicional con la medicina alopática o la medicina occidental en las condiciones de vida, pero también los servicios de atención integral en salud, a partir del reconocimiento de los saberes, de las prácticas y medios tradicionales alternativos y complementarios para la recuperación de la salud por medio del diálogo y de una actitud de respeto mutuo, donde no se interpone un conocimiento sobre el otro sino donde se habla de manera igualitaria, comprendiéndolos y respetándolos.

“Hemos resaltado y seguimos resaltando el trabajo que realizan nuestras mujeres, las médicas ancestrales, como son las emeijat, las parteras, las outsot, quienes manifiestan, que dentro de las comunidades son ellas las que cumplen un rol orientador en temas de salud materna, de salud infantil, esto es muy valioso porque permite precisamente al compartir los saberes a nivel comunitario, en un futuro mediato, poder generar acciones de autocuidado, que facilitarían procesos en la gestión del riesgo en la salud materno perinatal, pero también en la salud de la niñez wayuu.

Una de las recomendaciones para fortalecer es la participación política y social de la mujeres indígenas wayuu en el territorio, asumiendo responsabilidades y generando espacios claves en los procesos de salud, alimentación, agua, cultura, medio ambiente, entre otros, demandando respeto para las mujeres y para el pueblo wayuu en general,  transformando aquellos problemas en soluciones a través de la incorporación de conocimientos y experiencias desde los propio y también de nuevos conceptos que nos permitan abordar los determinantes sociales de la salud, por ello la participación política de las mujeres indígenas contiene un mandato muy complejo, ya que no solo es el derecho a la autonomía, sino también a la libre determinación como pueblo originario, reclamando el derecho a buscar el desarrollo económico, social y cultural de las comunidades, a la par de poder participar también en las decisiones públicas que el Estado vaya a integrar. La recomendación es fortalecer la participación política y social de las mujeres wayuu en el territorio.