En los últimos años, ha crecido el vínculo emocional entre las personas y sus mascotas. Para muchos, los animales domésticos ya no son solo parte del hogar: se les viste, se les permite dormir en las camas, se les alimenta con productos caseros y se les trata como si fueran miembros humanos de la familia. Aunque este afecto es comprensible y forma parte de nuestra cultura de cuidado, la excesiva humanización de los animales puede generar consecuencias graves para la salud individual y colectiva.
Uno de los riesgos más importantes asociados a esta práctica es la aparición y propagación de enfermedades zoonóticas: infecciones que se transmiten entre animales y seres humanos. La cercanía física excesiva, el contacto con fluidos, la falta de medidas higiénicas y el desconocimiento de los ciclos naturales de los animales aumentan la posibilidad de contagio de enfermedades como la rabia, la toxoplasmosis, la leptospirosis, la sarna y otras infecciones parasitarias.
Cuando no se manejan de forma adecuada, las mascotas pueden convertirse en reservorios de virus, bacterias y parásitos que afectan tanto a sus cuidadores como a la comunidad en general. El riesgo no solo es personal: cuando estas enfermedades se dispersan, pueden convertirse en un problema de salud pública que exige intervención médica, control epidemiológico y acciones colectivas para su contención.
Desde la EPSI Anas Wayuu invitamos a reflexionar sobre el equilibrio entre el cariño y el cuidado responsable. Amar a los animales también significa reconocer sus necesidades naturales, respetar sus ciclos, vacunarlos, desparasitarlos y evitar prácticas que los conviertan en un riesgo para la salud humana.
Recomendaciones clave para un cuidado responsable:
- Evita dormir con tus mascotas o compartir utensilios como platos o cucharas.
- Mantén su esquema de vacunación y desparasitación al día.
- Lava tus manos después de jugar o tener contacto cercano con ellos.
- No los alimentes con sobras humanas inadecuadas o alimentos en mal estado.
- Consulta con un veterinario periódicamente para prevenir enfermedades.
Cuidar de nuestras mascotas también es cuidar de nosotros mismos y de nuestras comunidades. La salud es un compromiso compartido, y en Anas Wayuu seguimos trabajando por una convivencia segura, saludable y respetuosa entre humanos y animales.