Una persona víctima del conflicto armado es aquella persona que individual o colectivamente haya sufrido daño por hechos ocurridos a partir del primero de enero de 1985 o como consecuencia de infracciones al Derecho Internacional Humanitario o de violaciones graves y manifiestas a las normas internacionales de derechos humanos ocurridas con ocasión del conflicto armado interno.
Al reconocerse que una persona es afectada por el conflicto armado debe presentarse a la Unidad para la Atención y Reparación de Víctimas y esta le requerirá una serie de requisitos, y de esta manera, podrá ser reconocido y registrado en la base de datos única de víctimas del país.
La Ley 1448 de 2011 ordena la asistencia en salud, así como la rehabilitación física mental y la atención psicosocial a las víctimas del conflicto armado, en este orden de ideas, por directriz del Ministerio de Salud y Protección Social se diseñó el programa de atención psicosocial y salud integral a víctimas denominado “Pacífico”.
Este programa tiene un enfoque interno en salud, el cual busca que todo el Sistema General de Seguridad Social en Salud garantice un protocolo de atención integral, cuyo objetivo es mitigar el impacto y el daño a la integridad psicosocial y moral, así como al proyecto de vida, en relación a los hechos de violencia generados en las víctimas, en el cual la EPSI, junto con los prestadores de servicio de salud, se garantizan los servicios de sicología, medicina general, enfermería y trabajo social.
Todos los afiliados de la EPSI ANAS WAYUU que hacen parte de la población del conflicto armado, solo deben acercarse a las IPS primarias, ya que por ser víctimas, se encuentran en la unidad, ellos automáticamente de manera mensual, marcan su registro en las bases de datos y esto permite que las EPSI le indiquen al prestador que la persona requiere una atención diferencial e integral y con ella el seguimiento durante dos años seguidos para adultos y en menores de 18 años, dos veces al año, hasta cumplir la mayoría de edad.