El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común en el mundo y puede afectar tanto a mujeres como a hombres. La autoexploración mensual permite conocer el aspecto y la textura normal de las mamas, lo que ayuda a detectar cambios tempranos que un profesional de salud pueda evaluar.
No reemplaza los exámenes médicos, pero es una herramienta clave para la prevención y detección oportuna.
¿Cuándo hacerla?
Realízala una vez al mes.
- Quienes tienen ciclos menstruales: lo ideal es 3–5 días después del inicio del periodo, cuando las mamas están menos sensibles.
- Quienes no menstrúan: elige un día fijo cada mes.
¿Cómo realizarla paso a paso?
a. Frente al espejo
- Coloca los brazos a los costados, luego elévalos.
- Observa ambos lados: busca cambios en tamaño, forma, piel (hoyuelos, pliegues) o pezones (hundidos, enrojecidos, con secreción).
b. Acostado/a
- Coloca una almohada bajo tu hombro derecho y lleva la mano derecha detrás de la cabeza.
- Con la mano izquierda, palpa el lado derecho con la parte plana de los dedos.
- Recorre toda el área: desde la clavícula hasta la base del pecho y desde el centro del tórax hasta la axila.
- Haz movimientos circulares, desde afuera hacia adentro, con presión suave, media y firme.
- Repite en el otro lado.
c. De pie o en la ducha
- Con la piel mojada y jabonosa es más fácil sentir irregularidades.
- Repite el mismo movimiento circular y las presiones como en el paso anterior.
d. Revisar pezones
- Presiona suavemente cada pezón para detectar secreciones o dolor inusual.
¿Qué cambios vigilar?
Acude de inmediato a un profesional de salud si notas: Bultos firmes o endurecimientos, Cambios en la forma o simetría, Alteraciones en la piel (enrojecimiento, hoyuelos, engrosamiento), Secreción con sangre o de aspecto anormal, Dolor persistente en la zona.
¿Qué sigue si notas algo?
El profesional de salud evaluará la situación y podrá indicar exámenes como ecografía o mamografía, según tu edad, antecedentes y hallazgos clínicos.